Desde el fin de la Guerra civil en El Salvador, el CIS ha apoyado múltiples esfuerzos tendientes a proteger los derechos humanos. Nuestros programas han evolucionado y se han expandido para cubrir las necesidades que han surgido en la sociedad.
En los últimos años, nuestro trabajo en defensa de los derechos humanos ha incluido apoyo para dos grupos específicos: mujeres injustamente encarceladas y mujeres transgénero. Bajo la legislación y procedimientos vigentes en el sistema judicial de El Salvador, la protección a sus derechos humanos es extremadamente limitada.
Por medio de nuestro Fondo para Becas de Género, proporcionamos ayuda a personas de estos dos grupos o a sus hijos e hijas para que puedan tener acceso a una nueva capacitación y educación.
En 2020, el CIS apoyó a once estudiantes en este programa: siete a nivel Universitario, tres en Bachillerato y una en Tercer Ciclo.
Mujeres Injustamente Encarceladas
En El Salvador, el Sistema Sistema judicial es tan injusto que las personas son encarceladas sin pruebas, sin debido proceso y sin representación legal, y muchas veces por crímenes que no han cometido. Son mantenidas en prisión por meses mientras esperan su acusación formal. Y a menudo son condenadas a pagar largas sentencias que son desproporcionadas a los delitos que han cometido.
En El Salvador, las mujeres corren el riesgo de ir a prisión por años si son acusadas de aborto – el cual es ilegal en El Salvador desde 1998 en todos los casos, incluso si la vida de la mujer está en peligro, si el feto es inviable y se sabe que no vivirá o si el embarazo es producto de violación o incesto.
Las emergencias obstétricas, abortos espontáneos y partos de fetos muertos han conducido a falsas acusaciones de aborto, lo cual tiene una pena de prisión por siete años (ya que la ley fue cambiada en 1998) y conlleva el riesgo de ser acusadas de asesinato, lo cual recibe una pena de hasta30-40 años. Las emergencias obstétricas clasificadas como abortos criminalizan a las mujeres.
Al personal de salud y de policía se le exige reportar a cualquier mujer que sea sospechosa de haber intentado un aborto. A estas alturas en el tiempo, las mujeres viven entre barrotes con sentencias que van desde 15 hasta 40 años por pérdidas espontáneas de sus fetos, partos de fetos muertos y por cualquier emergencia obstétrica – casos que son considerados todos como abortos. En un ejemplo, una mujer que dio a luz a su bebé en una letrina y llamó al 911 pidiendo ayuda fue acusada y recibió una condena de 15 años por intento de aborto – aunque el bebé sobrevivió. También parece que las únicas mujeres que son encarceladas son pobres.
Las mujeres enfrentan condiciones horribles para sobrevivir dentro de las prisiones. No se les proporcionan ni los artículos para sus necesidades básicas, como jabón, pasta dental, artículos de aseo, ni papel higiénico, y sus familias a menudo son tan pobres que no pueden cubrir el costo de estos artículos. Casi todas estas mujeres tienen hijos e hijas que tienen que dejar al cuidado de familiares mientras ellas están en prisión.
El CIS ofrece apoyo a mujeres en prisión y cuando salen
Con la ayuda de abogados/abogadas y organizaciones de derechos humanos en El Salvador, varias mujeres han sido puestas en libertad. Sin embargo, no tienen recursos para comenzar su vida de nuevo.
El CIS apoya a mujeres que han sido injustamente encarceladas en la siguiente forma:
Las visitas de delegaciones a mujeres en prisión son invaluables para que las mujeres levanten su autoestima y construyan relaciones de confianza, mientras aguardan el día en que sean liberadas de la prisión.
Defensa: Miembros de las delegaciones del CIS visitan a funcionarios salvadoreños para hablar de sus casos. También escribimos cartas para abogar por las mujeres, tanto a funcionarios salvadoreños como a autoridades internacionales.
Paquetes para su cuidado: Cuando obtenemos permiso, proporcionamos a las mujeres en prisión unos paquetes que contienen artículos básicos para la salud e higiene personal. También les proporcionamos cuadernos y lapiceros para que puedan sacar provecho de los cursos que se ofrecen en la prisión.
Becas: Con el apoyo directo de nuestros donantes, el CIS proporciona becas para la educación de los hijos e hijas de las mujeres en prisión y para las mismas mujeres cuando son liberadas. A menudo las mujeres son estigmatizadas cuando salen de la prisión y enfrentan dificultades para obtener un trabajo formal. La educación es un apoyo esencial para sus hijos e hijas y una poderosa herramienta para que ellas reconstruyan su autoestima y puedan reintegrarse a la sociedad.
Teodora Vásquez se reunió con su hijo de 15 años después de 10 años y 7 meses.
“Yo fui acusada de aborto, y después de homicidio de mi hija, quien no sobrevivió al parto. El Estado me negó un abogado defensor para probar mi inocencia. Debido a la criminalización de las mujeres pobres, fui sentenciada a 30 años de prisión. Cumplí 10 años y 7 meses porque personas que creían en mi Inocencia pudieron obtener la revisión de mi caso.
Mientras estuve en prisión, completé mis estudios desde tercer grado hasta bachillerato. Quiero estudiar derechos humanos y defender a mujeres a quienes se les han negado sus derechos. Estoy estudiando unos cursos de computación para poder tener las herramientas para entrar a la Facultad de Derecho. Les invito a continuar apoyando el Fondo de Becas de Género del CIS, el cual es tan importante para superar la estigmatización y defender los derechos humanos.”
Mujeres Transgénero
Las mujeres transgénero en El Salvador son marginadas y sufren violencia directa, incluyendo amenazas de muerte. Históricamente, la cultura dominante en El Salvador ha carecido de tolerancia por y comprensión de las identidades de género no tradicionales. Por lo mismo, es muy débil su protección bajo las leyes y dentro de todo el sistema de justicia en general.
Nos aliamos con la Asociación Solidaria Para Impulsar el Desarrollo Humano Arco Iris (ASPIDH), que trabaja por el derecho que tienen las mujeres transgénero a vivir y trabajar en paz con todos los derechos de los demás ciudadanos y ciudadanas. Proporcionamos becas a las integrantes de ASPIDH para que puedan completar su educación y tener acceso a un empleo digno. A menudo las mujeres transgénero se ven forzadas a dedicarse a la prostitución como el único trabajo disponible para ellas. Muchas se vieron obligadas a abandonar la escuela antes de completar el bachillerato debido al constante acoso. Algunas incluso fueron expulsadas de la casa de su familia antes de finalizar la escuela y han tenido que vivir en las calles. Una beca les ofrece un camino para que puedan regresar a una vida productiva y digna.
Dependemos de sus continuadas donaciones para mantener creciendo este vital programa
RECEPTORAS DE BECAS ACTUALES
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RECEPTORAS DE BECAS DE BACHILLERATO
Briseyda Damaris Martínez Ramírez
Edad: 17
Actualmente estudia último año de bachillerato y vive con su madre, Myrna Isabel Ramírez, de 51 años, quien estudió hasta 8º grado. Myrna fue una de las más de diecisiete mujeres que fueron injustamente encarceladas entre 2008 y 2009. Fue liberada el 18 de marzo de 2018. Ahora Myrna trabaja más de cincuenta horas por semana como cocinera en un pequeño restaurante por un salario de $120 mensuales. Ellas viven en un suburbio de San Salvador con una fuerte presencia de pandillas.
Tomás Alejandro Castro
Edad: 18
Tomás estudia último año de bachillerato. Su madre, Manuela, murió de cáncer en 2010 mientras cumplía una sentencia de 30 años de prisión. Ella murió dos años después de haber sido condenada por homicidio agravado por sufrir una emergencia obstétrica durante su embarazo. La pérdida de su bebé se debió a su cáncer, sin ninguna provocación de su parte. Tomás vive con sus abuelos y un hermano mayor, quien trabaja y vive de la agricultura. A ella se le negó tratamiento médico para su cáncer mientras estaba en prisión.
Jazmine del Carmen Orellana
Edad: 16
Estudia primer año de bachillerato y vive con sus abuelos, quienes son sus principales cuidadores. La madre de Jazmine, María del Tránsito, tuvo un parto de feto muerto y fue condenada a 30 años por homicidio agravado. Fue liberada de prisión y trabaja como doméstica. La abuela de Jazmine es la jefa de hogar y su abuelo trabaja en la agricultura.
RECEPTORAS DE BECAS UNIVERSITARIAS
Joshi Leban
Estudiante de Relaciones Públicas en la Universidad Tecnológica de El Salvador y activista feminista. Joshi tuvo que salir de su casa ya que su familia la rechazaba debido a su identidad sexual.
“Por casi ocho años no pude regresar a mis estudios por razones económicas. La oportunidad que el CIS me ha proporcionado me permite cumplir mis sueños y poner mi experiencia y conocimientos al servicio de la comunidad y de la lucha social.”
Adriana Yamileth
Yamileth está estudiando Psicología en la Universidad Tecnológica de El Salvador. Yamileth planea comenzar un Proyecto de investigación en 2021 para completar sus estudios. Ella es una mujer transgénero que ha trabajado con ASPIDH.
“Soy una mujer trans adulta que trabajo constantemente para alcanzar cada uno de mis sueños y metas. Cuando era más joven me vi obligada a abandonar mis estudios debido al acoso y la discriminación. Aunque muchas cosas han cambiado, todavía enfrento la transfobia de la sociedad. Estudio psicología porque creo que es muy importante que tengamos profesionales con mayor empatía por los diferentes problemas que nos afligen. Quiero contribuir en alguna forma a empoderar a la gente y tratar de disminuir los efectos de la discriminación.”
Susana Alvarez
Susana está estudiando inglés en la Universidad Modular Abierta de El Salvador. Susana fue violada por su cuñado, un pastor evangélico, y quedó embarazada. Debido a su extrema pobreza, ella no pudo tener acceso a los cuidados médicos adecuados y sufrió una emergencia obstétrica. Ella fue acusada de inducirse un aborto. Por medio del apoyo de un abogado competente, fue absuelta. Al ser liberada, ella tuvo que finalizar sus estudios de bachillerato a distancia debido al estigma y discriminación que sufría en el aula de clases, a pesar de haber sido absuelta de culpa.
Saúl Vásquez
Estudia inglés en la Universidad de El Salvador y se graduará este año. Saúl trabaja en ASPIDH, la organización aliada del CIS que aboga por los derechos de la población LGBT.
El Fondo de Becas de Género del CIS apoya:
Becas Universitarias a $85 por mes / $1,020 al año por persona. Los programas universitarios duran 6 años en El Salvador)
Becas para Bachillerato a $25 por mes / $300 al año por persona. Los estudios de bachillerato duran tres años en El Salvador.
Un paquete de higiene para una mujer que ha sido encarcelada, por $25. (Actualmente hay 17 mujeres todavía en prisión por acusaciones similares).
Paquete de Reintegración para una mujer que ha sido liberada de prisión, por $100. El mismo incluye ropa, artículos de higiene básica, mochila, jabón para lavar, y un teléfono celular.
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