En El Salvador el 42% de las mujeres no tienen su propia fuente de ingresos
Nuestro programa de Microempresas y Empoderamiento de las Mujeres ha trabajado desde 2003 para ayudar a las mujeres a generar sus propios ingresos y mejorar su confianza personal, habilidades para negocios y fuerza organizativa.
El programa comenzó como un esfuerzo conjunto con una organización sin fines de lucro basada en Estados Unidos, Salvadoran Enterprises for Women (SEW), y en respuesta al éxodo de miles de salvadoreñas cada día hacia los Estados Unidos, en donde esperaban encontrar empleos que les permitieran una mejora en su calidad de vida. Una forma de vida económicamente viable en El Salvador parecía cada vez más inalcanzable después de los terremotos de 2001 y con las repercusiones de las políticas económicas que pusieron en mayor desventaja a las familias pobres, especialmente en las zonas rurales.
Nosotros desarrollamos programas como este para apoyar a las mujeres y jóvenes, dos de los segmentos de población más marginados tradicionalmente y que a menudo son dejados con el éxodo hacia el norte. En 2002, las mujeres le dijeron a la cofundadora de SEW, Anne Marie Gardner, que la mejor manera de ayudarlas a salir de la pobreza era ayudarles a iniciar pequeños negocios que les permitiera estar cerca de sus hijos e hijas y mantener el dinero en la economía local. Y esto se convirtió en la visión del asocio de CIS y SEW: “Justicia Social y Económica para las mujeres a través del Desarrollo de Pequeñas Empresas.”
Hoy trabajamos con 12 empresas dirigidas por mujeres, de 100 miembros en 12 comunidades y apoyamos 16 talleres artesanales que generan ingresos para 75 familias.
✔ La participación de las mujeres en este programa fortalece su autoestima, autonomía y su habilidad para organizarse.
✔ El ingreso adicional permite que sus hijos e hijas vayan a la escuela.
✔ Al valorarse, las mujeres, gradualmente van transformando los roles de genero del status quo y aprenden su poder como voces activas en sus comunidades.
El CIS trabaja con organizaciones socias para ofrecer:
Una serie de talleres dirigidos por nuestros promotores y promotoras sobre desarrollo personal y organización
Capacitaciones en administración básica de empresas, contabilidad y planificación
Ayuda para desarrollar presupuestos y plan de negocios inicial
Desarrollo de habilidades técnicas, mercadeo y ventas
Seguimiento de apoyo y mayores capacitaciones al desarrollarse las empresas
Trabajo en red y conexiones con otros que tengan las habilidades necesarias para las empresas
¿Cómo trabajamos con las Empresas de Mujeres?
Junto con SEW, construimos un equipo de promotoras y promotores de base para las empresas que acompañan y guían a las mujeres sobre emprendedurismo, comunicación, liderazgo, igualdad de género y derechos humanos. Nuestros promotores y promotoras ayudan a los grupos para que identifiquen qué tipo de empresas desean, los mercados meta para sus productos, y que tipo de capacitación necesitan. Nosotros priorizamos a mujeres que viven en zonas rurales porque ellas carecen de oportunidades de empleo en el sector formal y tampoco hay capacitación disponible en la ciudad, y sólo habían completado unos pocos años de educación formal.
Además de capacitación básica sobre empresas, el CIS también ha proporcionado becas a las mujeres para alfabetización, cursos de computación, educación básica, bachillerato, educación técnica y universitaria. Algunas de las mujeres, madres solteras, ahora son ya graduadas universitarias!
Una empresa puede tardar de cuatro a seis años para ser autosostenible. Para dar mayor capacitación a las mujeres, el CIS construyó relaciones con agencias gubernamentales y no gubernamentales, tales como: INSAFORP, CONAMYPE, Universidades salvadoreñas (UCA, Matías Delgado), SIRAMA, Bálsamo Añil, y capacitadores individuales.
Para las mujeres, el hecho de tener sus propias empresas ha sido una experiencia que ha cambiado sus vidas. Las mujeres que han huido de extorsiones de las pandillas se han unido a estas empresas y ahora están construyendo un nuevo futuro. Hemos visto a mujeres que lloran cuando reciben su primer pago por su trabajo. Mujeres que eran demasiado tímidas para decir su nombre, ahora comparten opiniones críticas. Estos círculos de mujeres proporcionan apoyo moral para sus compañeras mujeres que están siendo abusadas físicamente en sus comunidades.
También, las mujeres están tomando mayores responsabilidades. Muchas de ellas participan en consejos municipales y comunitarios, directivas escolares y otros roles de liderazgo – lo cual no es la práctica usual en la cultura salvadoreña. En sus casas, sus esposos e hijos lentamente van compartiendo los quehaceres!
Ejemplos de empresas administradas por mujeres con las que trabajamos:
Cultivo de la planta de jiquilite para obtener tinta de añil
Teñido de añil
Elaboración de velas
Medicina natural y productos de belleza
Productos lácteos
Costura y bordado
Comedores de cocina tradicional salvadoreña
Panaderías
Elaboración de embutidos
Elaboración de dulces
Tiendas de productos de primera necesidad cambiar a: corner store
Crianza de aves
Artesanías
Joyería
Las mujeres de la Cooperativa de Agricultura Orgánica Jiquilite de la Comunidad Romero han aprendido a presentar su tinta de añil a potenciales clientes y ahora están trabajando en red para aumentar sus ventas.
La meta es que estas empresas lleguen a ser autosostenibles, tales como Manos Creativas de Estanzuelas. Manos Creativas está capacitando un nuevo grupo de mujeres en costura para poder complementar su trabajo de bordado y artesanía.
Bordados Manos Creativas de Estanzuelas
Mujeres Artesanas El Torogoz, elaboración de velas, champú y flores de tusa, de la comunidad San José Palo Grande.
Testimonios de Mujeres y sus Familias
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Mi mama es una luchadora y me está dando un buen ejemplo a seguir. Ella es responsable y maneja una variedad de metas. Siempre mira hacia adelante y no se queda estancada. Ella disfruta su trabajo aún si es pesado para ella. Yo siento que ella es realmente feliz trabajando con las microempresas.”
- Nataly Gabriela Alfaro, 16 años, hija de María Isabel Rivas de Alfaro (Micro-Empresas La Vaquita)
“
Todo comienza en la familia. A las chicas se les dice: “Tú no necesitas ir a la bachillerato para hacer el trabajo de la casa y tener niños.” A los muchachos se les deja salir y jugar futbol. Las muchachas tienen que quedarse en casa y hacer los oficios. Nosotros queremos cambiar este patrón y valorar a las chicas desde una edad muy temprana.
Nosotras somos mujeres con sueños. Queremos que nuestras empresas crezcan. Queremos crecer intelectual y espiritualmente. Queremos que nuestras opiniones sean valoradas igual que las de un hombre. Queremos recibir igual salario por nuestro trabajo.”
- Crisabel
“¿Qué diferencia ha hecho su empresa en sus vidas?”
– pregunta Delmy, promotora del CIS, a las integrantes de VIVAZ, Cooperativa de Costura y Teñido con Añil.
“Con mis ganancias, yo instalé la electricidad en mi casa.”
- Margarita
“Puedo contribuir a pagar la Universidad para mis dos hijos.”
- Mercedes
“Estoy ahorrando para comprar una casa.”
- Ruth
“Puedo satisfacer las necesidades de mis hijos y ya no dependo de la ayuda de mi madre.”
- Karyn
“[Las mujeres] trabajamos juntas como familia. Si alguna necesita ayuda, se la damos.”
- Mercedes
Nuestro Fondo de Becas para Género y Derechos Humanos
Desde el final de la Guerra civil en El Salvador, el CIS ha apoyado los esfuerzos para proteger los derechos humanos. Nuestros programas han evolucionado y se han expandido para satisfacer las necesidades que han surgido en la sociedad.
En los últimos años, nuestro trabajo de derechos humanos ha incluido el apoyo a dos grupos específicos: mujeres encarceladas injustamente y mujeres transgénero. Bajo el sistema legal existente en El Salvador, la protección a sus derechos humanos es extremadamente limitada.
A través de nuestro Fondo de Becas de Género proporcionamos ayuda estos dos grupos para que sus hijas e hijos puedan tener acceso a nuevas capacitaciones y educación.
En 2020, el CIS patrocinó a once estudiantes en este programa: siete a nivel universitario, tres en bachillerato y una en tercer ciclo.
